martes, julio 31, 2007

Bergman y Antonioni, sí



Caprichos del destino. Dos genios del cine que se mueren prácticamente a la vez. Dos formas de hacer cine que en su momento se recibieron como revolucionarias pero que, siendo francos, no hay más que echar una mirada al panorama actual para ver que su herencia es prácticamente inexistente; incluso han terminado convertidos en el paradigma del “cine tostón”, ése en el que no hay persecuciones de coches ni acción de ningún tipo, solo gente que habla o peor aun: que se queda callada.

Qué tristeza al ver imágenes de sus películas en los telediarios, y pensar que ésta es la única circunstancia en la que las cadenas de televisión están dispuestas a ceder un mínimo hueco a Bergman y a Antonioni . Casi me parece ofensivo que cubran estas muertes como grandes noticias, cuando desde estos medios se está transmitiendo continuamente el mensaje "no veas este tipo de cine, que es un rollo".

Con estas dos bajas, nos quedamos un poco más huérfanos y desprotegidos frente a la mayoría de gente que solo va al cine “para desconectar” (suponiendo que estén conectados en algún momento), muy bien representada por los cronistas de cine de los periódicos. Alguno no se pudo reprimir al escribir el obituario de turno: “Bergman era un tostón pero ahora que se ha muerto a ver si le doy otra oportunidad”. Qué poco respeto y qué lamentable.

En fin, como se dice siempre en estos casos, nos quedan sus películas: Persona, La aventura, Fresas salvajes, La noche, Sonata de otoño, El desierto rojo y tantas más…

Lo único bueno que se me ocurre es que quizás esta semana alguien deje de lado por un momento sus series de usar y tirar de la Fox (plaga del siglo XXI) para ver alguna de estas maravillas.


"Persona" (Bergman)


"La aventura" (Antonioni)

domingo, julio 22, 2007

Queridísima mamá


Queridísima mamá
Mommie dearest
Frank Perry, 1981


Sedmikrasky se adentra en las procelosas aguas del camp. Hablo de esas películas "tan malas que resultan ser buenas" y que, en la mayor parte de los casos, son… malas sin más. En fin, que no soy muy fan del “género”, si es que se le puede llamar así. Con “Queridísima mamá” me pasa algo curioso: confieso que me pareció muy disfrutable, entretenida y -por momentos- tronchante. Pero en cierta forma me ha decepcionado un poco: no es tan mala como esperaba. Curioso esto de que una película te decepcione “para bien”.

Queridísima mamá” es un biopic sobre Joan Crawford, femme fatale bigger-than-life que nos dejó para la posteridad interpretaciones inolvidables en “Johnny Guitar”, “Alma en suplicio” o “¿Qué fue de Baby Jane?”. Pero también se labró una fama de personalidad intratable y volcánica fuera de la pantalla, algo a lo que sin duda ayudó mucho la biografía de su hija adoptiva Christina Crawford, en la que se basa esta película.

Si tenemos que creer lo que se cuenta en “Queridísima mamá” (y, para que nos vamos a engañar, QUEREMOS creerlo), la Crawford era una persona insoportable, caprichosa, competitiva hasta extremos enfermizos, maniática de la limpieza y con un mal café de no te menees. Para colmo, la infancia de Christinita coincidió con el comienzo del declive de la estrella, motivo por el que mamá solía llegar a casa bastante… alterada, y la niña terminaba pagando el pato.

La protagonista es Faye Dunaway, que, la mayor parte del tiempo, está inconmensurable. No es que interprete a la Crawford. Es que, en ocasiones, ES la Crawford. Por desgracia, las críticas de la época no lo supieron ver así, y fueron tan feroces que casi acaban con la carrera de Faye (que, años más tarde, lamentaría profundamente haber aceptado el papel). Es cierto que hay escenas un poco… “over-the-top”, pero en todo caso la culpa habría que echársela a los guionistas: la Dunaway lo único que hace es lanzarse sobre el papel con una voracidad y una entrega admirables.

Y sí, por momentos te partes de risa, algo que ha convertido a “Queridísima mamá” en objeto de culto en Estados Unidos. Una de las escenas más celebradas tiene que ver con el descubrimiento por parte de la Crawford de que su hija cuelga sus vestiditos en perchas de alambre, objeto prohibídisimo en casa de la diva (por lo visto, la ropa hay que colgarla en perchas de madera). La estampa de la Dunaway fuera de sí (y con la cara cubierta por una mascarilla hidratante, para potenciar el efecto cómico-terrorífico) gritando “Noooooo wireeeee hangeeeeeeers!” es, efectivamente, de antología. Y la escena continúa en el baño, alcanzando unos extremos de delirio muy notables.



Sí que tiene que ser popular la escenita, porque en youtube circulan varias parodias de la misma. En general, las parodias no me suelen hacer nada de gracia, pero ésta es muy disfrutable (siempre que hayáis visto la escena original, claro). Por alguna razón, los protagonistas de la parodia son niños. ¡Menudos padres tendrán!



Os recomiendo esta película bajo vuestra cuenta y riesgo. Insisto en que no es ni tan mala ni tan divertida. Por momentos se parece más a un telefilme que al tipo de cine que suele aparecer en este blog; pero los admiradores de la Crawford y los que gusten del humor salvaje á la John Waters (que, por cierto, realiza un audiocomentario en el DVD americano de la película) seguro que se lo pasan en grande con alguna de sus escenas. Eso sí, esta vez no hay elink (solo la he encontrado en versión original sin subtítulos) pero está publicada en DVD en España.

imdb (película)
imdb (Joan Crawford)

viernes, julio 13, 2007

¿Quién eres tú, Polly Maggoo?


¿Quién eres tú, Polly Maggoo?
Qui êtes-vous, Polly Maggoo?
William Klein, 1966

Otra joyita que, tras mucho hacerse de rogar, llega por fin a la mula (aunque, de momento, solo hay subtítulos en inglés). El debut como director de William Klein (fotógrafo y escenógrafo del que ya comentamos aquí "Mr Freedom", otro de sus trabajos) es una de las películas más encantadoras y divertidas de los sesenta, pero, por alguna extraña razón, también es una de las más olvidadas; hasta hace muy poco era imposible de conseguir en DVD.

Todo gira en torno a la supermodelo Polly Maggoo, una chica americana de 20 años que se traslada a París a triunfar en el mundo de las pasarelas. Probablemente estamos ante uno de los primeros retratos cinematográficos del mundo de la moda tal y como lo conocemos hoy en día; después vendrían muchos más, pero (seguramente) sin la gracia de Klein para mostrar este mundillo tal y como es: ora fascinante, ora completamente imposible en su absurdez.



En el reparto, Sami Frey (“Bande apart”) y Grayson Hall, la inolvidable sargenta reprimida de “La noche de la iguana”, que se vuelve a lucir con un papel a su medida: la directora de la revista de moda, más allá del bien y del mal. También hay cameos de Roland Topor, Delphine Seyrig y Fernando Arrabal, este último especialmente gracioso.

Como no podía ser de otra forma estando Klein de por medio, la fotografía es magistral, y la película tiene ese ritmo entrecortado y vertiginoso tan propio del cine de los sesenta más ye-yé: el de Richard Lester (“El knack y cómo conseguirlo”) o incluso el de nuestro Iván Zulueta pre-“Arrebato“ (“Último grito”, “1,2,3, al escondite inglés”). ¿Conocería Zulueta esta película? Es muy probable, porque Almodóvar sí que la conoce, y ya se sabe que el manchego fusiló a Zulueta todo lo que pudo y más.

Dos escenas dos: la entrevista a Polly para la tele (el programa es el que da título a la película), y los créditos finales: una delicia con dibujos de Topor y música (preciosísima) de Michel Legrand, ¿quién da más?










En fin, una película que los fans del cine francés, de los sesenta y del mundo de la moda no deberían perderse por nada del mundo.

Elink (versión original en francés)

subtítulos en inglés

imdb

domingo, julio 08, 2007

If...
















If...
Lindsay Anderson, 1968


No es fácil hablar de “If…”. Tampoco es fácil comprenderla, aunque sí que resulta muy sencillo dejarse seducir por sus encantos. Recuerdo haber visto esta película en la televisión cuando era pequeño; seguramente no entendí muchas cosas entonces (y sigo sin entender algunas), pero no fue impedimento para que me quedase embobado ante la pantalla y, un par de décadas más tarde, seguir recordando con nitidez algunas de sus escenas.

“If…” se desarrolla en un internado británico exclusivamente masculino de normas estrictísimas, con un sistema jerárquico difícil de entender para un no-británico: el colegio parece en manos de un grupo de alumnos (“Whips”; significa “Oficial de un partido político” pero también “Látigo”) que se encarga de mantener el orden y de castigar a los estudiantes más díscolos. Los Whips tienen a su disposición a otros alumnos más jóvenes (“Scum”; literalmente “Escoria”) a los que tratan como sirvientes y de los que incluso abusan sexualmente. El poder y la corrupción de los Whips irán creando un ambiente asfixiante e insoportable en el colegio, hasta que un grupo de rebeldes decide poner fin a la situación de forma bastante expeditiva.

“If…” tuvo que causar toda una conmoción en su estreno a finales de 1968, ya que su argumento casaba perfectamente con el clima de crispación política y con las ansias de cambio que pocos meses antes habían originado todo un levantamiento popular. Por otra parte, impresionó a toda una generación de británicos que había sufrido en sus carnes un sistema educativo muy similar al que retrata la película.

La película también sorprende por su factura técnica: la narración se presenta de forma fragmentada y un tanto inaccesible; el color y el blanco y negro se alternan de forma un tanto caprichosa (corría el rumor de que las partes en blanco y negro se rodaron así por falta de presupuesto), así como el realismo y la fantasía: llega un momento en el que es imposible adivinar si lo que está pasando sucede en realidad o es tan solo fruto de la imaginación del protagonista.

Entre las escenas inolvidables que mencionaba se encuentra ésta; curiosamente, una de las pocas que se desarrollan fuera de los opresivos muros del colegio.



Quedarían muchas cosas por comentar sobre “If…”: que Anderson se inspiró en “Zéro de conduite” de Jean Vigo para rodarla, que gracias a ella Stanley Kubrick eligió a Malcom McDowell para protagonizar “La naranja mecánica”… Pero lo más importante es que “If…” está por fin disponible en emule, con subtítulos en español, para seguir entusiasmando y confundiendo a nuevas generaciones.

Elink (versión original en inglés)

subtítulos en español

imdb
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