viernes, septiembre 26, 2008

Jubilee




















Jubilee
Derek Jarman, 1977


Jubilee es una de mis películas favoritas, aunque Derek Jarman me resulta un director ligeramente espeso y nunca he conseguido ver entero ningún otro título suyo.

Jubilee pretendía ser un documento del movimiento punk que acababa de nacer en las Islas Británicas, o al menos del movimiento punk que el director tenía en su cabeza: Jarman no pertenecía a esa generación y puede que la mirase un poco por encima del hombro y con cierto desdén. Como resultado, en la época la película no gustó ni a la clase política conservadora (por considerarla excesivamente amoral) ni a muchos de los integrantes del punk, que la veían como algo completamente fantasioso y alejado de la realidad.

Irreal o no, Jubilee ha terminado convertida en uno de los mejores retratos del punk del 77: por su inmediatez (muestra algo que se estaba produciendo justo entonces y no tres años antes) y porque cuesta encontrar otra película con tantas figuras del movimiento en su reparto, bien en papeles estelares (Jordan, Adam Ant, Toyah Wilcox) o en fugaces cameos (Siouxsie, The Slits, Wayne County).

Pero Jubilee es bastante más que un catálogo de rostros famosos del punk y creo que puede resultar muy disfrutable incluso para los que no tengan especial interés en la música de esa época. Partiendo de una idea de lo más rocambolesca (la Reina Isabel I viaja en el tiempo para conocer la Inglaterra del siglo XX), Jarman nos traslada a un Londres post-nuclear sumido en el caos y la violencia; un mundo en el que “la realidad ha sustituido a la fantasía y el arte; si conviertes tus sueños en realidad, ya no son necesarias las películas, los cuadros o los libros”. Las calles están tomadas por excéntricos pandilleros que roban y asesinan por puro placer, un poco como los drugos de “La naranja mecánica”, película con la que Jubilee tiene mucho en común.

Atención a Jenny Runacre, que está fantástica en su doble papel de reina Isabel y cabecilla de los rebeldes (ha trabajado con directores tan renombrados como Cassavetes y Antonioni). También me gusta mucho Toyah Wilcox: aunque sospecho que su relación con el punk fue más bien anecdótico y que parece una trepa de cuidado (escogió su papel únicamente porque era el que más líneas tenía), está muy convincente haciendo de pirómana enloquecida.

Jubilee es una fantasía caótica, violenta y polisexual, para los que pensaban que ya lo habían visto todo.

Elink (versión original en inglés)

subtítulos en español

imdb

domingo, septiembre 21, 2008

Alto, bajo y frágil


















Alto, bajo y frágil
Haut bas fragile
Jacques Rivette, 1995


De nuevo Jacques Rivette en Sedmikrasky; sí, el de las películas de tres horas o más. Esta vez con una de sus mejores obras, inédita en DVD en España.

El creador de Celine y Julie se vuelve a lucir con sus retratos femeninos: una bibliotecaria obsesionada con una canción que le recuerda a los padres que no conoció, una rica heredera que se recupera de un coma de cinco años y una repartidora de paquetes muy bailona y muy amiga de lo ajeno. Personajes que, más que demodé, resultan casi extraterrestres (chicas jóvenes que no tienen televisor en casa; prefieren... ir a clubs de bailes de salón) pero, quizás por ello, son de lo más arrebatador.

También hay documentos comprometedores, timbas clandestinas, guardaespaldas torpes y enamoradizos y mucha música, la principal novedad de “Alto, bajo y frágil”: en determinados momentos, los protagonistas se ponen a cantar y a bailar. Pero no es una película musical, de la misma forma que “Pierrot el loco” no es una road-movie (por cierto, Anna Karina tiene un papelito aquí). Es tan solo un delicioso ingrediente más. En fin, que las tres horas pasan volando.

El único problema que le encuentro a “Alto, bajo y frágil” (y a casi todo lo que he visto de este director) es que, tras esas -dichosas- tres horas de intrigas, enredos y personajes encantadores, el regreso a la rutina puede hacerse un poquito duro. Dan ganas de quedarse a vivir dentro de las películas de Rivette.

Elink (versión original en francés)

subtítulos (impecables) en español

imdb filmaffinity

sábado, septiembre 13, 2008

Doble programa de Iván Zulueta




















Párpados (1989)
Último grito (1970)
Iván Zulueta


Programa doble de nuestro director español favorito. Ya solo por “Arrebato” se merecería ese título. Pero además están sus carteles de cine, sus cortos experimentales, su sentido del humor, su devoción por el Hollywood de los musicales y las starlettes, sus polaroids... Todo lo que ha hecho Zulueta nos gusta. Y si se produce el milagro y sigue haciendo cosas, seguro que también nos gustarán porque lo adoramos.

Por un lado, “Párpados” (o “Par pá dos”), su contribución a la serie de televisión “Delirios de amor” (1989). Casi una década en silencio tras “Arrebato”, pero a Iván todavía le quedaban fuerzas (y sentido del humor, imaginación, y...) para regalarnos esta media hora de juegos sobre dobles, gemelos y mellizos, para acabar de una vez por todas por el rumor de que Eusebio Poncela y Marisa Paredes son la misma persona, para jugar con la letra de “Para ti” de Paraíso, para enamorarnos de los áticos de la Gran Vía, para devolvernos a una Marta Fernández Muro tan parlanchina y encantadora como siempre y para presentarnos a Txupa Mella y Viola Mella, hermanas.

Por otro lado un “Último grito”, el programa que dirigió para el segundo canal de TVE entre 1969 y 1970. La música más avanzada del momento, parodias de películas, encuestas a pie de calle, protovideoclips, el glamour de Hollywood y el underground del momento, todo bien revuelto. Un cóctel inusual para la televisión de entonces, y directamente imposible para la de ahora. Por si esto fuera poco, el programa incluye el corto “La cerillera huerfanita contra Papá Noel”, con Carmen Santonja de Vainica Doble (para comérsela) en el papel estelar de huerfanita sin recursos que decide convertirse en estrella pop para vencer a Santa Claus en popularidad.

Último grito (Elink)

Párpados (descarga directa)

www.ivanzulueta.com

jueves, septiembre 04, 2008

Más allá del bosque




















Más allá del bosque
Beyond the forest
King Vidor, 1949


Rosa Moline vive en Loyalton, un pueblecito apacible que detesta con todas sus fuerzas (“la única persona buena de este lugar es el sepulturero”). A ella lo que le gustaría es mudarse a Chicago, alojarse en lujosos hoteles y estar todo el día de compras. Se siente atrapada en su matrimonio con el médico del pueblo, odia a todo el mundo (especialmente a su sirvienta cherokee) y está a dispuesta a lo que sea (LO QUE SEA) con tal que las cosas cambien.

Rosa Moline es un personaje tan oscuro y negativo que los productores de la película vieron conveniente justificar su presencia en una introducción que ya nos prepara para lo peor: “Esta es una historia sobre el mal. El mal es testarudo, está henchido de soberbia. Por el bien de nuestras almas es necesario que lo contemplemos en su repugnante desnudez”.

Quién mejor para interpretar a Rosa Moline que Bette Davis, actriz de personalidad volcánica, ojos gigantescos y una colección de citas célebres de lo más apañada (mi favorita: “El rodaje va bien salvo por un detalle: hay una zorra en el reparto”). Por desgracia, la película obtuvo unas críticas desastrosas que hicieron especial hincapié en que quizás Bette estaba un poco mayor para interpretar a la Moline. “Más allá del bosque” ha quedado para la historia como uno de los grandes fracasos de la actriz, del que se resarciría ipso facto cambiando de estudio y triunfando por todo lo alto con “Eva al desnudo”.

Salvo por alguna incoherencia del guión, no entiendo el aura de película desastrosa y camp (“tan mala que es buena”) que arrastra “Más allá del bosque”. Puede que el quid de la cuestión esté en diferencias culturales que se me escapan, las mismas que hacen de “El valle de las muñecas” una película divertidísima para un angloparlante y una memez sin la más mínima gracia para el resto de los mortales. Por ejemplo, aquí hay una escena en la que Bette dice “¡Qué basurero!” al entrar en una habitación un tanto desordenada. ¿Os parece gracioso? Pues la frase se hizo tan popular que incluso Edward Albee se burló de ella en los diálogos de “¿Quién teme a Virginia Woolf?”.

En fin, a mí me parece una película estupenda que sorprende por ese tono negro-negrísimo nada habitual para su época, y por dejarnos para la posteridad a uno de los personajes más delirantemente venenosos de la historia del cine.

Elink (versión dual inglés/español)

subtítulos en español

imdb filmaffinity
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