miércoles, septiembre 29, 2010

Alice o la última fuga


Alice ou la dernière fugue
Claude Chabrol, 1977
93 minutos


Un pequeño homenaje al recientemente desaparecido Claude Chabrol por medio de una de sus películas menos conocidas y más alejadas de su estilo habitual, pero no por ello menos brillante. Aquí no hay crímenes pasionales ni crueles retratos de la clase alta francesa. Es más bien una antiaventura experimental que parece tener a Lewis Carroll como punto de partida, y que persigue un objetivo cercano al del cine y las novelas de Alain Robbe-Grillet.

Una avería obliga a Alice a interrumpir su viaje y hacer noche en una misteriosa mansión campestre, habitada por unos misteriosos personajes a los que no se puede hacer preguntas. Poco a poco, Alice irá descubriendo que la casa es más bien una cárcel en la que el tiempo se ha detenido. ¿O quizás es que se ha adentrado en una dimensión paralela? ¿O puede que...?

Para reforzar aún más la singularidad de la cinta, su protagonista es Sylvia Kristel: una estrella del cine erótico en pleno auge gracias a la saga “Emmanuelle”. “Alice” no llega a revelar del todo si Kristel era buena actriz o no porque su personaje no requería un gran despliegue interpretativo (la película se apoya más en los ambientes que en los diálogos), pero deja claro que vestida también podía enamorar a la cámara.

Elink (versión original en francés)

subtítulos en español

imdb filmaffinity

miércoles, septiembre 15, 2010

El rojo en los labios


Les lèvres rouges
(estrenada en España como "Criaturas de la noche")
Harry Kümel, 1971
100 minutos


Qué bien pintaba sobre el papel: ¡Delphine Seyrig dando vida a Elizabeth Báthory! Sí, la legendaria condesa húngara que se bañaba en sangre de virginales jóvenes para conservar su belleza, interpretada por la estrella más glamurosa y seductora que produjo la nouvelle vague, con el permiso de Stéphane Audran.

Para colmo, las reseñas eran de lo más entusiastas, insistiendo siempre en la elegante factura de la película: ¡nada que ver con las vulgares vampiresas serie Z de Jess Franco! Que si estaba mucho más cercana al arte y ensayo que al terror propiamente dicho, que si la escenografía estaba tan cuidada que casi se daba un aire a “El año pasado en Marienbad”...

Pero las reseñas no hablaban (bueno, sí lo hacían pero yo me empeñaba en hacer caso omiso) de un reparto calamitoso: la acartonada pareja protagonista se hace odiar desde el minuto uno, hasta el punto que todas sus desgracias terminan pareciéndonos pocas. Tampoco ayuda un guión a rebosar de momentos incoherentes y absurdos, con algunas de las muertes más estúpidas de la historia del celuloide.

Lo que es innegable es que Delphine Seyrig está impresionante. Levanta ella sola la película, hasta el punto que cada vez que está fuera de plano, todo se viene abajo de forma estrepitosa. Pero cuando la cámara la enfoca, realmente está tan radiante y seductora como imaginamos a su personaje. Especialmente memorables son sus escenas con Andrea Rau, una belleza procedente del porno con un estilo de actuación más bien... robótico, pero que casa a la perfección con su papel y su físico.

Curiosidades, cortesía de la imdb: Harry Kumel quería darle el papel protagonista a Malcolm McDowell, después de haberlo visto brillar en “If”. Malcolm le tiró, literalmente, el guión a la cara por encontrarlo excesivamente zafio. No le faltaba razón, aunque el actor británico protagonizaría años más tarde “Calígula” de Tinto Brass, que no suele figurar entre las películas más elegantes de la historia.

Delphine Seyrig también se mostraba reticente a participar; fue el director Alain Resnais, gran amante de las novelas gráficas, quien la animó a aceptar el papel. Y creo haber leído que años más tarde los dos coincidían en calificar a “El rojo en los labios” como la mejor interpretación de Delphine. Podría ser. Su magnética actuación casi hace olvidar el desastre casi absoluto que la rodea.

Elink (versión original en inglés)

subtítulos en español

imdb filmaffinity

sábado, septiembre 11, 2010

Un hombre que duerme


Un homme qui dort
Bernard Queysanne, 1974
93 minutos


Esta adaptación cinematográfica de la novela de Georges Perec no llega al extremismo (maravilloso extremismo, por otra parte) de “India Song” de Marguerite Duras, pero se podría afirmar que es más una novela filmada que una película propiamente dicha. Una voz femenina (curiosamente, la narradora de la versión para angloparlantes es nuestra musa Shelley Duvall) va relatando situaciones en segunda persona, y las imágenes las van ilustrando de forma precisa. No hay diálogos porque solo hay un personaje: un joven que un buen día decide romper con todos sus compromisos sociales para dedicar todo su tiempo a tumbarse en su cama o a deambular por las calles vacías durante un asfixiante agosto parisino. Alguien que parece sumiso en una profunda depresión pero que, en cierta forma, se siente a gusto tras liberarse de obligaciones y lastres.

Podrían ser los ingredientes perfectos para una película árida y hermética. Pero la alianza texto e imágenes de “Un hombre que duerme” fluye con agilidad y consigue intrigar desde el minuto uno, creando un clima gradual de desasosiego intenso y claustrofóbico; por momentos parece más propio de un thriller o una película de terror. Una película estupenda, aunque mejor no verla si se tiene un mal día.



Elink (versión original en inglés)

subtítulos en español

imdb filmaffinity
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